Y así empezó a girar la vieja rueda -símbolo de la vida- la rueda que se atasca como si no volara, entre una y otra generación, en un abrir de ojos brillantes y un cerrar de ojos opacos con un imperceptible sonido musgoso. Centrándose en su eje, a imitación de los niños que rodábamos de dos en dos, con las orejas rojas -símbolos del pudor que saborea su ofensa- rabiosamente tiernos, la rueda dio unas vueltas en falso como en una edad anterior a la invención de la rueda en el sentido de las manecillas del reloj y en su contrasentido. Por un momento reinó la confusión en el tiempo. Y yo mordí largamente en el cuello a mi prima Isabel, en un abrir y cerrar del ojo del que todo lo ve, como en una edad anterior al pecado pues simulábamos luchar en la creencia de que esto hacíamos; creencia rayana en la fe como el juego en la verdad y los hechos se aventuraban apenas a desmentirnos con las orejas rojas.
... Fragmento, nomás. Quédese con las ganas... Por enésima vez, Enrique Lihn, "La pieza oscura" que le a título a un poemario de lujo.
Las soluciones siempre están, creo yo. La cosa es saber esperar y no pensar que cualquier colectivo te deja en el camino correcto. Y sí, como dijo Flavia, es cuestión de esperar, no queda otra... Muy bueno, Berry!!! Besos!
9 Espacio del Transeúnte:
¿...o sea que la solución siempre la tenemos ante nuestros ojos, sólo que no la sabemos ver...o no sabemos esperar que se aleje la marea?
la solución siempre, pero siempre está...y sí, hay que esperar....
Y así empezó a girar la vieja rueda -símbolo de la vida- la rueda que se atasca como si no volara,
entre una y otra generación, en un abrir de ojos brillantes y un cerrar de ojos opacos
con un imperceptible sonido musgoso.
Centrándose en su eje, a imitación de los niños que rodábamos de dos en dos, con las orejas rojas
-símbolos del pudor que saborea su ofensa- rabiosamente tiernos, la rueda dio unas vueltas en falso como en una edad anterior a la invención de la rueda
en el sentido de las manecillas del reloj y en su contrasentido.
Por un momento reinó la confusión en el tiempo. Y yo mordí largamente en el cuello a mi prima Isabel,
en un abrir y cerrar del ojo del que todo lo ve, como en una edad anterior al pecado
pues simulábamos luchar en la creencia de que esto hacíamos; creencia rayana en la fe como el juego en la verdad
y los hechos se aventuraban apenas a desmentirnos
con las orejas rojas.
...
Fragmento, nomás. Quédese con las ganas... Por enésima vez, Enrique Lihn, "La pieza oscura" que le a título a un poemario de lujo.
Último abrazo, como una brasa!
Go /
aló...?? paso de visita como de bicis voladoras...
CÓMO ANDA USTED SEÑORA?
(en realidad todo es porque puse una entrada en mi blog y quiero difundirla... :)
por eso prefiero quedarme tirado en la arena tomando sol
por las dudas
GENIAL!!!!!!!!!
Tenes addicting-to-blogging como de 98% .
:P
besos
will
Las soluciones siempre están, creo yo. La cosa es saber esperar y no pensar que cualquier colectivo te deja en el camino correcto.
Y sí, como dijo Flavia, es cuestión de esperar, no queda otra...
Muy bueno, Berry!!!
Besos!
Si sigo esperando se me acaba la vida....
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