viernes, 29 de junio de 2007
Nuestros colores nos reflejaban y a muchos los incomodó,
Los ajenos extraños que no sabian del tiempo pasado, jugaban con ellos.
No eramos más que extraños,
Esta vez: tampoco dolio
Suprimí el nosotros.
Eso me tranquiliza, y manteca que ya no existe era quizas el último bastión de la resistencia inconciente...
....¿quién sabe?....
Sólo conjeturas de marisoles amarronadas..
Mientras de fondo una banda paralela me sigue condicionando el ritmo causal...