miércoles, 23 de mayo de 2007
El día me rodea de contrariedades. Hoy por más que el sol salió me abrigué más que nunca. Por la vista superior ví a mi izquierda cómo él aparentemente es feliz y lo poco que en mí duró esa sensación a causa del mismo costado colicionado.
Releyendo instantes intento ver por qué el día empezó así y sin embargo me sorpendí que hoy también el clima me golpeara tanto, una sóla bastó para el otoño y un millar -mentira- para una primavera anticipada. Aún nosotros esperamos vivirla por vez primera.
Volví caminando bajo para que no sintiéran cuánto peso llevo hoy y sin embargo intento olvidarlo.
Las noticias explosivas nos nublan por completo y pese al sol que quiere ser tibio me pudro de frío.
Un par de cachetadas sonoras.
Arquetipos por doquier y yo esteriotipándome para encajar, pese a que ya había soltado el tubo, escuché tu pedido.
A mí también me duele vivir. Lo que me hizo despertar del falso encuentro con ellas fue un sonido a tientas en donde sentí -de veras- un descargo necesario. Nos dimos_cuenta de un peso pluma, aunque sentirnos manoseados no nos hace del todo bien -nos gusta quejarnos-.
Ayer aprendí que no puedo vivir en la planicie.
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