lunes, 16 de julio de 2007
No intentes manifestar el movimiento, sino el hecho.
En el cuerpo, no en el aire.
Busca la figura.
-Restriégate-
Nos interpretamos en el espacio,
nos deslizamos entre cuadros,
-los traspasamos-
Es la paradoja del cuerpo.
Cómplices focos nos desdibujan,
-fuga entre líneas-
escape fugaz,
somos livianos y lumínicos.
Floreados ante vaivenes,
brillamos en la caverna.
No hay espacios,
el piso se disuelve.
Consistencias múltiples
nos dejan sin códigos,
motivo más para huírnos;
aunque en la búsqueda nos quedamos ciegos.
El otro pervierte el pensamiento
y nos transfigura
No hay lugar, estamos sin viaje;
pero seguimos recorriendo a tientas.
Modelar al otro
-pervertirnos-
deseamos romper el espejo
y quedarnos sin rostros.
1 Espacio del Transeúnte:
livianos y lumínicos...ahí le has dado...
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