miércoles, 4 de julio de 2007
Coloco la cubierta hacia abajo
sonrío,
repaso desde la izquierda cada uno de sus bordes.
Él pregunta por qué siempre hago lo mismo;
respondo sin siquiera mirarlo.
Distante se mantiene en el sillón.
El vapor inunda la cocina,
se levanta y me invita al té.
Desparrama en el mantel.
Los dobleces le enfadan,
lo sé.
Sus manecillas siguen caminando,
mi mirada cambia.
Apoya suavente la cuchara,
revuelvo.
Luce anaranjado con ese sol,
pregunta,
no contesto.
Sonríe.
Se achican sus ojos,
revuelve.
El vapor nos inunda,
agrega más leche.
Se levanta,
próximo
busca mi frente,
da un beso,
se va.
sonrío,
repaso desde la izquierda cada uno de sus bordes.
Él pregunta por qué siempre hago lo mismo;
respondo sin siquiera mirarlo.
Distante se mantiene en el sillón.
El vapor inunda la cocina,
se levanta y me invita al té.
Desparrama en el mantel.
Los dobleces le enfadan,
lo sé.
Sus manecillas siguen caminando,
mi mirada cambia.
Apoya suavente la cuchara,
revuelvo.
Luce anaranjado con ese sol,
pregunta,
no contesto.
Sonríe.
Se achican sus ojos,
revuelve.
El vapor nos inunda,
agrega más leche.
Se levanta,
próximo
busca mi frente,
da un beso,
se va.
1 Espacio del Transeúnte:
Me pareció muy tierno y muy sugestivo...¿sos de las que no habla por la mañana, verdad? Je
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