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jueves, 5 de abril de 2007

*El disparador: vestigios por doquier, aromas, parlantes, acolchados invertidos...


Mueca 1: Panqueques.
El anuncio es siempre fuerte, síntoma de abandono, aunque lo duelas...termina por empequeñecerte.
Vas (ves) hacia adentro, más y más hasta que te das vuelta por completo, voluntario -o no- son veces no-esperadas pero anheladas desde antes del envolvimiento inicial.
El tiempo programó la sentencia e ibas hacia ella cegada por un paño suave y tibio que apenas te rozaba los ojos pero -ante la duda- no los abriste, caminabas a tientas. Sin miedo, con cautela abrazadora, quemaste, -antes- muchos movimientos dispersos y aunque decidas no hacerlo más, siempre-nunca lo vas a llegar a controlar.



Mueca 2: Gansos.

Veo suavidad y contradicción -por la fricción- nuestra aflicción.
Miras adelante con tu nuca,es pues la única manera de caminar al futuro! caminando algodonado llevabas con tu aroma las sábanas y plumas. Evitabas caerte.
Afiebrado, adormecido me gusta verte de blanco. Reivindicaciones postreras nos endulzaban los oidos. (Eran salidas de la caja)
¡Qué puedes temer de más, si ellos canosos, incluso nos acompañaban a interactuar!