martes, 3 de abril de 2007
Empastizada por completo, las húmedas costras aún quedaban y al sol nos volvían a picar.
Colgaban por doquier, mientras se mezclaban con vacíos, entre vidrios recien limpiados.
Los crujientes sonidos hacían de base, para cada una de las lanzantes miradas a las que sucumbimos.
Derrotero de vidas más cables, más y más energía.
Deslizo un último suspiro antes de marcharse por la puerta/ventana a observarnos...cómodamente cubierto de estrellas, arrinconado de blancos y amarillos, buscaba su propia comodidad, mientras estaba impotente y asfixiado; nadabas en mares remotos. Lo vió y se declaró inocente. (Aunque por ahí y en posterior se te fugan las palabras). Suenan ecos de fondos (y no patios) cercantes, pero que nunca sospechamos, vos los trajiste a brindar.
Llegaron de muchos flancos y tu transparencia se enrrojeció. Estas creciendo y eso también causó (d)
En este
0 Espacio del Transeúnte:
Publicar un comentario